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  • Foto del escritorevapulido69

Actualizado: 29 dic 2019

Éramos seis los encargados de dar vida al supermercado del barrio. Todos, excepto Beltrán,"El Mazinger", estábamos hechos a medida del pequeño establecimiento, que aún

contado con la trastienda, no alcanzaba ni en tamaño ni en poder de atracción consumista, al nuevo Mercanova, con el que nuestra clientela de toda la vida, ahora nos era infiel.

Cada año, llegaba esa mañana, en la que el somnoliento grupo quedaba sorprendido al entrar en la tienda y encontrar la decoración navideña ya instalada. Las exclamaciones ante el hallazgo, iban, desde el ¡Oooooooh! ingenuo de Luci, la cajera, al pesimita, ¡Ya está aquí otra vez! de Beltrán el repartidor.

Esta vez los adornos elegidos por la hija del dueño de la cadena, habían sido unas magníficas guirnaldas elaboradas con lentisco fresco, acebuche y algún arbusto de bolitas rojas.

El efecto de todo aquello, me recordaba una de las estampas que ilustran el ejemplar de Mujercitas que atesoro desde pequeña, en la que las cuatro hermanas entraban en una maravillosa tiendecita, con una ilusión tan grande como el miriñaque de sus faldas y una ambición tan pequeña como la cantidad de monedas que llevaban en sus bolsillos.

Mientras nos acomodábamos a nuestros puestos de trabajo, compartíamos los pequeños acontecimientos del día. Como el resfriado que Martina, la frutera , pretendía contagiarnos a todos entre risas y fingidas toses, o el grito de reclamo de la deuda de lotería, que Carmen la carnicera, dirigía chaira en alto a la otra Carmen de la pandilla, que sobresaltada, brincó lanzando al aire un rosario de Chorizos.

Solo Pepín, mientras reponía las bebidas, pudo ver el respingo de la charcutera, que no tardó en imitarnos con todo lujo de detalles, y así seguir aumentando las risas y el jolgorio del grupo.

Llegaba la hora de encender luces y megafonía. Todos sabían que era señal de "levantar el telón", - como a mí me gustaba llamar a la apertura de la tienda. - ¡Yyyyy..Acción!, les gritaba desde el panel de luces.

Algunos apresurados clientes, entraron sin apenas darse cuenta del engalanamiento de la tienda. Tampoco prestábamos atención a las cuñas publicitarias, que entre villancico y villancico, una voz ya demasiado familiar para todos, anunciaba las ofertas con tono mecánico y amable.

Así que nuestras personalidades de empleados de gestos contenidos y frases educadas, volvieron a ocupar su lugar, para que el día transcurriese como cualquier otro día de trabajo en la tienda.

Una buena mañana de ventas, dio paso a una tranquila tarde con pocos clientes, del tipo, merodeador-preguntón. El cansancio me comenzaba a pesar en los pies y en la cabeza. Los aromas de frutas, carnes y toda clase de productos que normalmente disfrutaba, ahora me resultaban excesivos y en aquel momento insoportables, al mezclarse con un aroma, "Esencia" Loewe, procedente de alguien, que sin llegar a ver, seguí hasta el pasillo de los chocolates. Aturdida comencé a sentir, que todos los objetos que me rodeaban, se tornaban en colores básicos y brillantes de fondo tosco, igual a alguno de los dioramas en forma de teatrito con los que de niña jugaba a representar historietas inventadas sobre la marcha. Cosas y gentes tomaron su posición inmóvil en la representación y mientras sus ojos seguían mi camino por el pasillo, allí, sobre el trono de Suchard,reservado para que

Melchor recibiera las cartas de los pequeñajos del barrio, una señora con aspecto de Diva algo retocada, escuchaba las primeras notas del Winter Wonderland, entonadas con el elegante swing de Ella Fitzgerald.

_ No es maravillosa_,

-Perdone es a mi, respondí sorprendida.

_ ¡Ella! ¡es Ella! _ replicó mientras señalaba con el dedo hacia arriba, animándome a escuchar a la Fitzgerald.

-Si, realmente bonita- , contesté sin convicción y sorprendida por el encuentro con aquella mujer que reconocí del famoseo televisivo.

-Yo la conozco, no es usted Espido..¡si claro, la escritora!-

_Dios, no tenía que haber hecho caso de esa peluquera_. _¡Mira reina, como vuelvas a nombrarme a esa estirada, me voy por donde he venido y santas pascuas!_

-Perdone, creí que....pero escritora si que es ¿verdad?-

_Me llamo Lucia querida y llevo demasiado esperándote, así que vamos al turrón_, me contesto atusándose la melena con un gesto algo inseguro.

_Debes saber, que como miembra del club de Adas Madrinas de empleadas de supermercados, me ha sido encomendada la tarea de concederte un deseo_

-Querrás decir miembro-

_No, si al final te quedas como estás guapa_

Hacía tiempo, que ni tan siquiera me preguntaba, que era lo que me impulsaba a levantarme cada día, o si había algo que me ilusionase. Vivía en una plácida rutina.

_Deja que te ayude_, dijo el Ada Lucia, conciliadora.

Metió la mano en su bolso hippye-chic y sacó de el un espejo que puso frente a mi.

To face unafraid.

that plans that we´ve made

walking in a inter wonderland

Seguía Ella cantado y poniendo banda sonora a la escena que el espejo me mostraba.

Aquellos chiquillos, que caminaban de la mano por un paraíso invernal, mientras compartían sus sueños de futuro, eran la mejor versión de lo que habíamos sido. ¿Que fue lo que nos hizo olvidar, que todo era posible , con tan solo compartir una mirada de admiración y de confianza ciega en el otro?.

_¡Eh chica, que sigo aquí! _ Y bien, espero que haya servido el truquito de algo, porque voy fatal con el presupuesto para efectos especiales.

-Si claro Lucia, ya sé que quiero-, dije. -¡Quiero ser escritora!-

_¡Joder guapa como te pasas, ahora quieres hacerme la competencia!_ replicó el Ada nuevamente irritada.

Un chorro de agua fría y un bofetón de "el Mazinger", me devolvieron a la realidad. Todos mis compañeros miraban con alivio como despertaba del desmayo, desvividos por saber que lo había provocado.

No podría ocultarlo mucho mas, y de todas maneras en pocas semanas no cabría en el uniforme. Así que solté la bomba y la algarabía volvió a la tienda para dar sentido a aquella Navidad, que sería la última que viviría con un solo Amor.

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  • Foto del escritorevapulido69

Actualizado: 8 abr 2018

Tras una vida llena de reconocimientos como genial astrofísico, Gianno se encuentra en una habitación del centro Alcor de Arizona para ser crionizado. Han sido treinta años de dura lucha contra su enfermedad y aunque los avances médicos están a punto de dar con la solución a su esclerosis, para Gianno el tiempo se agota. Es el momento de dar por perdida la primera batalla.


Gianno ha vivido obsesionado con la búsqueda del orden y de la belleza universal. Ya desde muy pequeño mostraba signos de poseer una inteligencia peculiar y muy superior a la de sus compañeros de parvulario, por lo que sus entusiasmados progenitores no dudaron en proporcionarle una educación fuera de los cauces convencionales. Sus juegos infantiles consistían en reducir a sucesiones Pascalianas o a buscar la proporción Aurea en todo lo que le rodeaba , no quedando saciada esta inquietud hasta que lograba reducir cualquier objeto o persona, a una pequeña ecuación matemática. Así había ido planificando su vida , dejando fuera todo aquello que no se ajustase a uno de sus bellos sistemas. Tampoco el diagnóstico de la atrofiante enfermedad parecía ensombrecer el futuro del joven.


El día que conoció a Lucrecia, dejó de teorizar sobre las reacciones químicas que provocan el enamoramiento. Para Gianno, el amor consistía en una simbiogénesis en la que las células de cada uno, se atraían con la sola egoísta idea de obtener la parte genética que mejorara su propia finalidad. Aunque lo que comenzó a sentir en sus propias carnes, quedaba muy lejos de aquella práctica idea. Un entusiasmo incontrolable le impulsaba en todas las tareas que se proponía. Pasaba semanas enfrascado en sus cálculos, casi sin ninguna necesidad fisiológica. Lo que sentía era mas potente que cualquiera de las drogas que le proporcionaba su médico.

Durante esa época sus progresos en el conocimiento del universo, le habían llevado a la casi concreción de la última y mas genial fórmula, la que le llevaría al conocimiento absoluto, a describir los no límites, a conocer la cara de Dios.


Lucrecia fue abandonando a sus alumnos de la cátedra de biología genética en la universidad de Oxford, relegando esta responsabilidad en sus adjuntos, con la intención de seguir sus investigaciones lo mas cerca posible de Gianno y así ayudarle hasta el último de sus días. Ella si había aceptado que su amor tenía fecha de caducidad. Su idea de eternidad era la de una persona religiosa y convencida de la existencia de un creador,para ella era absurdo perder el tiempo en buscar respuestas en esa dirección.

Sin embargo ayudaría a Gianno en esa inútil tarea hasta que el muriese.


16 de Septiembre de 1969

Diario de Gianno.


Hoy a muerto mi Lucrecia.

Sus registros de actividad cerebral cesaron hace 12 horas.

Las absurdas supersticiones de su familia me impiden congelar su cuerpo como tenía previsto.

Un mechón de su cabello será suficiente.



- Europa, segunda luna de Júpiter.

- Año 2.292 de la Tierra.

- Estación base internacional interior .

- Temperatura exterior en la superficie, - 171 º C.


Gianno y Lucrecia son los únicos habitantes de la BEOLE ( Base of Expansion Organic Life, Europe). Ambos contemplan el horizonte totalmente ocupado por Júpiter. Es una imagen densa. Daría la impresión de que dirigiéndose hacia ese horizonte pudiesen abordar el lejano planeta con tan solo dar un paso mas.

La cápsula-mirador desde el que contemplan el espléndido espectáculo, les protege de la radiación exterior. Aquí pueden dar alivio a la sensación de claustrofobia, que produce la vida en la base que se encuentra a 500 metros bajo sus pies.

La pareja visita este lugar cada vez con mas frecuencia.


Lucrecia _ sabes Gianno, hoy he tenido un sueño _

El la escucha sin cambiar su mirada del panorama que ambos contemplan.

Lucrecia _ te interesará saber que tu eras el protagonista _

Gianno _ lógicamente querida las probabilidades de que el único protagonista de tus sueños sea yo, son abrumadoras _ contesta Gianno sin apartar su mirada del horizonte.

Hace tiempo que Lucrecia vive un estado de triste inquietud, que cada vez en mas momentos se convierte en miedo. Desde que Gianno la despertase de su letargo, no ha podido dejar de observar el abandono en el que se encuentran las plantaciones de la base y de que su marido pasa todo el tiempo en su mesa de trabajo, rodeado de pantallas por las que no dejan de aparecer infinitas listas de números que aparecen y desaparecen a una velocidad imposible de entender.

Lucrecia _ no quieres saber que hacías en mi sueño _

Gianno _ Parece que vas a decírmelo de todas maneras _ le contesta mientras ríe divertido.

Ella le conoce y sabe que la única manera de que el sepa como se siente, es contándoselo de la forma mas directa posible. Gianno siempre ha carecido de la mínima empatía o sensibilidad , para percibir los sentimientos ajenos, o propios.

Con segura parsimonia Lucrecia comienza su relato.

_ los dos estamos en nuestra habitación de casa _ para Lucrecia no hay otro hogar, que su casa en la Tierra. _ yo estoy sobre nuestra cama y siento como mi corazón late muy deprisa, la presión es insoportable _.

La sonrisa de Gianno ha desaparecido de forma súbita de su rostro, que en ese momento vuelve hacia Lucrecia .

Lucrecia _ siento mi cuerpo paralizado y te pido ayuda, pero tu solo me acaricias amable y dices que todo pasará pronto _

Gianno se da cuenta de su error. Algo ha fallado cuando resconstruía la memoria de su Lucrecia. Esto no debería pasar.

Ahora es ella la que también mira a Gianno esperando una verdad que cure su miedo y sabe que la va a tener, Gianno tampoco es capaz de fabular.

Gianno _ Ya falta poco Lucrecia, pronto lo habré conseguido y tu eres imprescindible. Sin ti no podría seguir. Te amo . _ dijo casi suplicante.

Lucrecia _ entonces es cierto _ continua haciendo una pequeña pausa en la que cabrían todas sus existencias. _ tu me quitaste la vida y tu me has vuelto a crear _.

Gianno _ y no es increible amor, tu y yo para siempre !

Y mientras continua hablando a Gianno, lentamente Lucrecia se dirige hacia la puerta que comunica la cápsula con el exterior de la helada Europa. Solo quedan unos últimos instantes entre ellos y las estatuas de hielo en las que sus cuerpos se convertirán.

Lucrecia _ Siempre he pensado que lo mas tremendo que una personas es capaz de hacer es lo que la define y tu querido, ya hiciste algo imposible de superar, me quitaste la vida, tu cariño no eres un sabio, solo eres un asesino _













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  • Foto del escritorevapulido69

La Navidad es de pobres, de piés calientes y escarcha en el pelo,

de purpurina en el aire y tele compartida, de parejas que se arrebujan, de madrugadas a oscuras de noches largas sin premura,

de azucar, de calles con ecos de metal tierno por la lluvia.

De querer, de besar, de llorar siempre por ellos y luego salir a contar un cuento.

La Navidad es de pobres porque ellos la hicieron.

Búscala en una guerra, en unas chapas de hierro cubriendo inviernos, en un niño de pueblo, en tu cara cuando no llega el sueldo.

La Navidad es no tener sexo ni quererlo.

La Navidad es de color rojo y olor a puerro, por eso a los que les pilla comprando no la vieron.

La Navidad siempre llega y a veces no quiero.


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